A modo de despedida de este año, ¿cuál sería el mejor recuerdo de Cocarmi de 2021?

 

Después de un 2020 muy duro por el impacto de la COVID19, el 2021 está siendo un año de transición, que recordaremos porque hemos empezado a recuperar la presencialidad de nuestra vida cotidiana y estamos aprendiendo a convivir con este virus que tanto daño nos ha hecho.

 

En el caso de Cataluña, a esta transición también debemos sumarle la renovación del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, con nuevos liderazgos, con quien tenemos que ir de la mano para recuperarnos del socavón que ha supuesto 2020 para los derechos de las personas con discapacidad. 

 

Y, ¿qué desearía olvidar o borrar de su memoria de este año?

 

Ahora mismo no podemos olvidar lo que hemos vivido este año. El fuerte impacto de la pandemia de 2020 y los coletazos de ésta que perviven en 2021 y que no nos dejan levantar cabeza no pueden pasar en balde. La perspectiva histórica señalará aquellos momentos del año que tenemos que recordar como sociedad; pero ahora, desde las entidades representativas de las personas con discapacidad y sus familias, hemos de aprender de todo aquello que hemos vivido. No podemos revivir, bajo ninguna circunstancia, lesiones tan flagrantes a nuestros derechos como las que ha evidenciado la COVID19.

 

Sólo deberíamos hacer borrón y cuenta nueva en las dificultades por construir consensos políticos. Nos merecemos, en general, una clase política más responsable que sea capaz de alcanzar consensos para resolver los problemas del día a día de las personas. Si los políticos no se ponen de acuerdo, es muy difícil que puedan sentarse a negociar y consensuar con nosotros. 

 

Para 2022, ¿cuáles son los trabajos pendientes que Cocarmi espera culminar? 

 

En 2022 tenemos que recuperar los temas que quedaron colgados por la irrupción de la pandemia. Es imprescindible que retomemos la visión a medio y largo plazo. La herramienta que nos tiene que servir para trazar esta hoja de ruta en Cataluña es el Pacto sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. 

 

A corto plazo, la agenda política catalana de 2022 tiene que priorizar, a nivel normativo, la publicación del Código de Accesibilidad, el Decreto de Asistencia Personal y la reforma del Código civil de Cataluña. También es imprescindible abordar la reforma de la cartera de servicios sociales, la definición de la cartera de servicios ocupacionales y la integración social y sanitaria. Mucho por hacer...

 

En un balance más amplio, ¿cuál es la realidad que viven en estos tiempos tan convulsos las personas con discapacidad de Cataluña?

 

Arrastramos años de mucha dificultad y esto provoca desorientación en las personas con discapacidad y sus familias. Tenemos la sensación de que no se avanza y que las políticas relacionadas con la discapacidad están paralizadas. Necesitamos avanzar en el reconocimiento de nuestros derechos, que se impulsen políticas verdaderamente efectivas para garantizar nuestra inclusión social y, por tanto, asegurar nuestra participación en igualdad de condiciones. Además, la pandemia ha supuesto una bofetada de realidad, ya que ha demostrado que eran irreales algunos logros que creíamos haber alcanzado.

 

¿Cómo son las relaciones con los representantes políticos y gubernamentales a la hora de reivindicar unos derechos y servicios para el sector?

 

El Cocarmi siempre ha mantenido buenas relaciones con todos ellos. Tienen muy claro que nuestro papel no es otro que el de reivindicar la mejora de los derechos de las personas con discapacidad y nuestras familias, así como luchar por unos servicios de atención al colectivo de calidad.

 

Ahora bien, en cada cambio de Gobierno, como ocurre actualmente en Cataluña, vivimos una situación de déjà vu al tener que volver a explicar la realidad de las personas con discapacidad y nuestras necesidades. Por eso también es importante conseguir consolidar cada logro, por pequeño que sea.

 

El Cocarmi ha estado solicitando reiteradamente que se reuniera el Consejo de la Discapacidad de Cataluña, Codiscat, ya que no lo hacía desde junio de 2019. Finalmente, el pasado 3 de diciembre se volvió a reunir. ¿Qué temas se abordaron?

 

Como bien señalas, hacía más de dos años que el CODISCAT no se reunía, a pesar de las reiteradas ocasiones que lo habíamos solicitado para poder abordar, en el seno del órgano asesor del Gobierno sobre políticas dirigidas a las personas con discapacidad, nuestra situación a raíz de la COVID19.

 

Finalmente, en una fecha tan simbólica para nuestro colectivo, como es el 3 de diciembre, se reanudaron las reuniones del CODISCAT bajo la presidencia del Presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. 

 

¿Se alcanzó algún acuerdo en la reunión?

 

Sí, nos comprometimos a reactivar el Pacto sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad para adecuar la normativa y las políticas públicas sobre discapacidad a los valores y mandatos de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Asimismo, se presentaron las líneas presupuestarias del Gobierno en relación con la discapacidad para el año que viene.

 

Y al parecer dieron cifras sobre partidas presupuestarias para la discapacidad ...

 

Exacto. A pesar de la limitación para identificar claramente partidas específicas para la discapacidad, el proyecto de Ley de presupuestos de la Generalitat prevé más de 1.150 millones de euros, el 50 por ciento de los cuales corresponden al Departamento de Derechos Sociales, seguido del Departamento de Educación (28 por ciento), Empresa y Trabajo (12 por ciento) y Vicepresidencia, Políticas Digitales y Territorio (9 por ciento). A pesar de que se prevén aumentos con respecto a los presupuestos de 2020, en un momento de presupuestos expansivos no podemos obviar los recortes sufridos la última década. Si no se hace una gran inversión ahora y cambiamos el modelo y la perspectiva, las necesidades sociales de las personas con discapacidad no dejarán de crecer y los recursos siempre serán insuficientes.

 

¿Ha logrado el Cocarmi alguna respuesta en su demanda para mejorar la financiación y las herramientas que garanticen la sostenibilidad de las entidades de la discapacidad?

 

En 2020, en Cocarmi nos centramos en cómo garantizar que los sobrecostes económicos ocasionados por la COVID19 no tuvieran impacto en la atención de las personas con discapacidad. Gracias a la negociación con el Gobierno de la Generalitat, se acordó un módulo extracovid para sufragar los gastos derivados de un uso más intensivo de EPIs. A pesar de ello, aún quedan pendientes de reconocer los gastos registrados entre marzo y junio de 2020; por eso seguimos insistiendo para que la Generalitat se haga cargo de ellos.

 

Las reivindicaciones no acaban aquí...

 

Ni mucho menos...  Con la vista en el futuro inmediato, también insistiremos en la mejora de las tarifas de los servicios de atención a personas con discapacidad, así como en la imprescindible concertación de los servicios sociales y ocupacionales para garantizar su sostenibilidad y continuidad. Sería un error estratégico de los responsables políticos no mejorar la financiación de las entidades, ya que en Cataluña las entidades de nuestro movimiento asociativo representan más del 95 por ciento de las entidades prestadoras de servicios de atención al colectivo.

 

Por otro lado, debemos cambiar el modelo de financiación de organizaciones como Cocarmi y sus federaciones, que ahora concurren en las convocatorias de subvenciones compitiendo con entidades prestadoras de servicios. No tiene ningún sentido ni ninguna lógica, ya que nuestra labor es la incidencia política, la interlocución y la representación ante las diferentes administraciones públicas. 

 

Y, finalmente, no podemos olvidar a las personas con discapacidad y sus familias; insistiremos, una y otra vez, en la necesidad de revisar el modelo de copago para excluir el cómputo del patrimonio de la persona con discapacidad. También presionaremos para que se tenga en cuenta el agravio económico por razón de discapacidad al fijar los umbrales para acceder a prestaciones y/o servicios.

 

¿Cómo impulsan, actualmente, desde Cocarmi, la inclusión de la mujer con discapacidad y su participación en la toma de decisiones propias y colectivas?

 

Ahora mismo estamos inmersos en la reforma de nuestros Estatutos, una reforma que va a recoger el compromiso del Cocarmi con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como principio básico y transversal de la entidad, y el equilibrio de género en los cargos sociales y en la composición de los órganos de Gobierno para conseguir la paridad. 

 

Por otro lado, tenemos una comisión de género, en la que participan mujeres con discapacidad y técnicas de las entidades miembro, para impulsar iniciativas que contribuyan a visualizar a las mujeres con discapacidad en el movimiento asociativo y poner de relieve las necesidades específicas de las niñas y mujeres con discapacidad.

 

¿Qué le pide al propio sector de la discapacidad, a todas las personas implicadas en este movimiento social para fortalecer la lucha del Cocarmi y lograr sus reivindicaciones?

 

La experiencia nos ha demostrado que son imprescindibles las estructuras unitarias como el Cocarmi para conseguir una mayor incidencia ante las administraciones públicas para avanzar en nuestras reivindicaciones. La unidad y el fortalecimiento del Cocarmi, en torno a las doce federaciones y organizaciones que la integran, debe ser la prioridad de nuestro movimiento asociativo. Sólo a través del trabajo unitario y conjunto se alcanza la eficacia de nuestras demandas.

 

¿Confía en que se logre finalmente la reforma del artículo 49 de la Constitución que reclama el CERMI Estatal y todos los CERMIS Autonómicos? ¿qué supondría dicha decisión?

 

La reclamación de CERMI Estatal y de todos los CERMIS Autonómicos, incluido el Cocarmi, de reformar el artículo 49 de la Constitución para eliminar el término disminuido es totalmente pertinente. De hecho, no tiene ningún sentido oponerse a este cambio y los argumentos que se esgrimen para no llevar a cabo esta reforma constitucional no se sostienen desde una perspectiva social y de derechos humanos.

 

Esperemos que se imponga la sensatez política, porque nuestra reclamación sólo busca dignificar el concepto y la imagen de las personas con discapacidad, y que las instituciones políticas así lo reconozcan.